ALGUNAS SEÑALES DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL
¿Realmente estás creciendo en tu fe?
En un mundo obsesionado con las métricas y los resultados inmediatos, el crecimiento espiritual puede parecer intangible y difícil de medir. Sin embargo, la Escritura nos proporciona algunos indicadores de una fe que está madurando.
El verdadero crecimiento espiritual no se mide por cuánto tiempo pasas leyendo la Biblia o cuántas veces asistes a la iglesia, aunque estas disciplinas son importantes.
Se mide por la transformación en Cristo de tu corazón y mente.
Pero por aquí comparto contigo algunos de los indicadores, que yo utilizo personalmente para saber en que momento espiritual me encuentro y poder modificar mi plan de acción espiritual, ya que como hemos hablado en otros post, te recomiendo encarecidamente tener objetivos espirituales.
1. Tu Relación con la Palabra de Dios Cambia
De obligación a privilegio
¿Recuerdas cuando leer la Biblia se sentía como una tarea más en tu lista de “cosas por hacer”? A medida que maduras espiritualmente, experimentas lo que el salmista describió:
"¡Cuánto amo tus enseñanzas! Pienso en ellas todo el día"
Salmos 119:97.
El ejemplo de Esdras es fascinante: "Esdras había decidido estudiar y obedecer la ley del Señor y también enseñar esos decretos y ordenanzas al pueblo de Israel" (Esdras 7:10). Observa la progresión natural: estudiar, obedecer, compartir. No es una fórmula rígida, sino un flujo orgánico del crecimiento espiritual.
Desde la perspectiva de la fe: Este cambio refleja algo precioso. Cuando algo se vuelve valioso para nosotros, ya no lo hacemos porque "tenemos que hacerlo", sino porque genuinamente lo amamos. La Palabra de Dios deja de ser una obligación religiosa y se convierte en el alimento que nuestra alma necesita.
2. Tu Oración Se Vuelve Conversación
Del monólogo al diálogo
Al principio, la oración puede sentirse como hablar a una pared. Solo pedimos cosas cuando las necesitamos desesperadamente. Pero a medida que crecemos, la oración se convierte en lo que Pablo describió:
"Nunca dejen de orar"
1 Tesalonicenses 5:17.
David nos muestra este tipo de oración conversacional en los Salmos. Le habla a Dios sobre todo: sus alegrías, temores, decepciones, victorias. No es religiosidad formal, sino comunicación íntima con un Padre amoroso.
Piénsalo así: cuando un niño pequeño confía en su padre, no necesita palabras perfectas. Solo corre a sus brazos cuando tiene miedo, le cuenta sus aventuras cuando está emocionado, y simplemente disfruta estar cerca de él. Así aprendemos a estar con Dios, es Dios quién nos perfecciona y santifica en el proceso.
3. Detectas y trasciendes de tus errores, con humildad y arrepentimiento
Honestidad sin desesperación
Una señal madura de crecimiento espiritual es la capacidad de reconocer tus errores sin caer en la desesperación. Pablo modeló esto perfectamente:
"¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor"
Romanos 7:24-25.
Pablo reconoce su lucha pero no se queda atrapado en ella. Encuentra esperanza en Cristo.
Es como cuando una buena amiga te dice algo difícil de escuchar sobre ti mismo, pero lo hace con tanto amor que, aunque duela, sabes que tiene razón y que te quiere ayudar. Así aprendemos a mirarnos con los ojos de Dios: con honestidad pero también con compasión.
4. Tu Identidad Se Enraíza en Cristo
Valor que no fluctúa
Cuando tu identidad está enraizada en Cristo, tu autoestima ya no sube y baja como una montaña rusa según tus circunstancias o logros. Pedro lo expresó hermosamente:
"Pero ustedes no son así, porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios" 1 Pedro 2:9.
5. Amas Sin Condiciones
Jesús dijo:
"El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos"
Juan 13:35.
Este no es amor sentimental o tolerancia ciega. Es el amor agape que Jesús demostró: buscar el bien del otro incluso cuando nos cuesta algo personal.
Las características del amor maduro según 1 Corintios 13:
Es paciente: Soporta las fallas de otros sin explotar
Es bondadoso: Busca oportunidades para bendecir
No es envidioso: Se alegra genuinamente por el éxito ajeno
No es orgulloso: No busca impresionar o sentirse superior
No lleva cuentas: No mantiene una lista mental de ofensas pasadas
Pregunta : ¿Tu amor hacia otros depende de cómo te tratan, o fluye de tu identidad en Cristo?
6. Perdonas Genuinamente
El perdón maduro no minimiza las ofensas; las entrega a Dios. José, después de años de sufrimiento causado por sus hermanos, pudo decir:
"Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien"
Génesis 50:20.
La verdad es que el perdón no es un sentimiento; es una decisión que tomas incluso cuando tu corazón todavía duele. Los sentimientos pueden tomar tiempo en sanar, pero la sanidad comienza cuando eliges liberar la ofensa y entregársela a Dios.
Extra: Cuando el Camino Se Hace Difícil
La Realidad de la Lucha Espiritual
"Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales"
Efesios 6:12.
Habrá días cuando seguir a Cristo se sienta imposible. Esto no significa que no seas cristiano; significa que eres humano. Incluso Pablo luchó:
"Quiero hacer lo que es correcto, pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio"
Romanos 7:15.
Recuerda constantemente las Promesas De Dios
Comparto contigo algunas, pero tenemos muchas más!!!:)
La gracia es suficiente:
"Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad"
2 Corintios 12:9.
El sufrimiento es temporal:
"Pues nuestros problemas actuales son pequeños y no van a durar mucho tiempo. Sin embargo, nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que los problemas"
2 Corintios 4:17.
Jesús entiende:
"Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó"
Hebreos 4:15.
Dios completará su obra:
"Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús regrese"
Filipenses 1:6.
La Belleza del Proceso
Imagina a un niño aprendiendo a caminar. Se tambalea, se cae, llora, pero su papá no lo regaña. Lo levanta con paciencia y le extiende los brazos para que lo intente de nuevo. Así es Dios contigo.
El crecimiento espiritual es como el trabajo de un alfarero. Cuando el barro se agrieta, el alfarero no lo tira; lo vuelve a moldear con sus manos expertas. Dios hace lo mismo contigo: pacientemente continúa formándote para que reflejes la imagen de Cristo.
"Por eso me alegro de jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte"
2 Corintios 12:9-10.
¿No es increíble? Cuando te sientes más débil, es precisamente cuando Dios puede mostrar más su fortaleza a través de ti. Es como si Él dijera: "No te preocupes por ser perfecto. Yo trabajo mejor cuando reconoces que me necesitas."
Recuerda: la madurez espiritual no es perfección; es progresión. Y curiosamente, es en las cosas más pequeñas donde realmente mostramos a quién le pertenecemos.
"Si son fieles en las cosas pequeñas, serán fieles en las grandes; pero si son deshonestos en las cosas pequeñas, serán deshonestos en las grandes"
Lucas 16:10.
Esa sonrisa genuina al cajero del supermercado, esa paciencia extra con tu hija cuando está teniendo un mal día, esa decisión de no juzgar a compañeros/as de trabajo cuando todos los demás lo hacen... ahí es donde se ve el corazón transformado.
En lo pequeño, en lo cotidiano, en lo que nadie más nota pero Dios sí ve.
Con amor,
Sanu
Sanu bonita! Hermoso texto. Me ha servido para observar mi camino y progreso con Dios. Abrazo grande ❤️
Este tema es la respuesta a mi oración..